POR TODO LO ALTO – UNA PandemiaAventura

 Por todo lo alto – Una PandemiaAventura

¿Cómo puede cambiar la vida en este tiempo? ¿Qué tiene que pasar para encontrar respuestas a tus dudas de la vida? ¿Por qué pasan las cosas y Por qué a mí? ¿Es justo lo que me pasa?

Interrogantes que muchos podemos tener y que buscamos respuestas en libros o experiencias particulares, en otras personas e incluso en sueños. Es normal tener corazonadas y buscar justificaciones en distintas teorías, así debemos aprender para entender el motivo del porqué estamos aquí y ahora.

Hoy escribo impulsado por las acciones que he vivido desde hace un tiempo, por lo que he aprendido, y por la paciencia que he tenido, todavía puedo decir que no tengo respuestas a muchas cosas, sin embargo, mi escarmiento me lleva discernir en caminos de fe, sin ánimos de propagandas religiosas.

Un día como los que vivimos actualmente acá en Venezuela, mi pensamiento estaba inclinado a resolver lo cotidiano, por supuesto lo que antes resolvías quizás en horas o que lo hacías sin mayores esfuerzos hoy debemos dedicar días, ¿cómo cocino sin gas?, cuando no hay luz, y eso si ya tienes que comer. Lo cierto es que ese día, mediados de abril de 2020, recibo la noticia que mi padre sufre un ACV isquémico, del cual sobrepasa quedando con alteraciones físicas del lado izquierdo de su cuerpo que no puede mover, pero lúcido yo diría que 100% de su mente, donde mi padre es un fuerte conocedor de historia del mundo. Mi hermana me describe la situación tal cual, y mi cuñado la ilustra como él sabe, lo cual me hace estar con ellos en el sitio, aunque no físicamente.

Lo cierto es que desde ese momento mi plan de vida inicia un proceso, que junto a mi esposa e hijos comenzamos a integrar ideas, ya con esta situación de inmediato decido buscar la manera de trasladarme de Cabudare (Edo. Lara – Venezuela) a Mérida (Venezuela), es decir un viaje de aproximadamente 400 Kilómetros, que ya había realizado en distintas oportunidades, incluso con carro propio, pero que en este momento se convertía en una verdadera odisea, considerando todo lo acontecido por la pandemia y las limitaciones que tenemos para movilizarnos, resaltando el hecho de no contar con paso entre Estados del país, lo que generaba mayores problemas.

La proyección comenzó buscando información en cada Estado donde iba a pasar para evaluar la situación, afortunadamente contamos con muchos conocidos, y logramos obtener distintos comentarios, así que comenzamos con buscar el efectivo (2 semanas – 2 personas) en los bancos, incluso comprar dólares para prevenir ciertas rutas que al parecer exigían esta moneda, y asumir que esta travesía debía ser en dos partes o dos días, día 1 Cabudare – Portuguesa (Acarigua – Guanare) – Barinas, y el día 2 Barinas – Mérida.

En colaboración con vecinos logre tener hasta un celular que no poseía para mantener una comunicación permanente, también el traslado al centro de Cabudare para evitar cargar el equipaje, fue así como el 14 de agosto del 2020, día del cumpleaños de mi amada esposa, y luego de intentar el día anterior una salida desde Cabudare (intento fallido), logramos salir desde Barquisimeto, el terminal de pasajeros, es decir, tuvimos que subir desde Cabudare a Barquisimeto (primer tramo). Normalmente desde Barquisimeto se consiguen vehículos hasta Mérida directo, y en otra hasta Barinas directo, y luego Mérida en el mismo día, ambos casos nulos para entonces.

Nuestro plan inicial era el siguiente de acuerdo a las rutas estudiadas: 1) Cabudare – Acarigua, 2) Acarigua – Guanare, 3) Guanare – Barinas. Y para el día siguiente 4) Barinas – Barinitas, 5) Barinitas – Mucuchies, 6) Mucuchies – Mérida. Dos días en 6 rutas, ese era el plan.

Inicio de la Aventura.

Mi hija, quien en todo momento insistió en acompañarme, tanto así que logró su cometido a pesar de que muchos en un principio estuvimos en contra de esta petición, no pudimos convencerla, además a mí particularmente me motivaba estar acompañado. Desde la salida título “la aventura que viviremos para ver a mi abuelo”.

1.- Tramo Barquisimeto – Acarigua.  

Al llegar a las afueras del terminal comenzamos a recibir llamados de personas que estaban realizando traslados hasta Acarigua, pero el cobro en dólares (10$ P/P), y anunciando que el términal no estaba trabajando, sin embargo, mantuvimos la calma en compañía de mi esposa y llegamos hasta el terminal, donde organizadamente pasamos y logramos ver que si había traslado, anunciando que estaban cobrando tarifa normal hasta Acarigua, y aquí comenzamos.

A) Barquisimeto – La Miel.

Al despedirnos de la madre de mi hija, y ya saliendo de Barquisimeto al pasar Cabudare entramos en razón del viaje y la travesía que nos deparaba, pero emocionados pagamos el primer pasaje el cual ya era el triple de una temporada normal. A pocos minutos en “La Miel”, Población frontera entre Lara y Portuguesa, se detiene la camioneta, manifestando que la guardia nacional (GNB) no dejaba pasar el autobús, lo contrario que habían dicho en el terminal (Barquisimeto). Tempranamente comienza la improvisación e inician los cambios del plan, lo que esperaba de alguna manera, pero en realidad no tan pronto.

B) La Miel – Acarigua.

Como cosa extraña detrás el autobús donde salimos de Barquisimeto otro ya se encontraba saliendo para Acarigua, cobrando el doble del pasaje que nos habían cobrado, acá saque un dólar que me había regalado un buen hombre para pagar uno de los pasajes (250.000,oo BsS) al cambio del día. Lo que transformó este tramo en dos rápidamente, e inicia una angustia ya que al pasarnos de un autobús a otro provocó el desespero de algunos, y correr para montarnos, aunque al salir de mi casa nos encomendamos a Dios, aquí declaré que todo debía pasar para bien y que a estas personas les llegaría su día, incluso a la persona que cobró este pasaje se lo hice saber. Entre tanto a pocos minutos, escuchando historias de las personas que acá iban con destino a Colombia e impactado de la juventud, ya estábamos en Acarigua.

Aquí mi hija y yo empezamos a sentir a mucha gente desesperada por la situación, y sus cuentos eran de desilusión y buscando salidas para encontrar una mejor vida, al menos tres parejas con hijos de meses, y grupos de 4, cinco y hasta seis personas que prácticamente ocupaban la mayor parte del autobús.

2.- Tramo Acarigua – Guanare

Al llegar al terminal sin comer todavía, ubicamos rápidamente un bus para Guanare, decidimos montarnos de inmediato, aquí todo había cambiado, pasaje normal y puestos confortables, y con la sorpresa que éramos los mismos pasajeros, lo cual hizo un viaje distinto, agradable y donde aprovechamos de comer algo. Ya más relajados averiguamos el siguiente paso que era llegar a Barinas, la recomendación de los expertos, es decir, los viajeros que ya iban con nosotros, era de Guanare llegar a puente Páez, caminar para pasar la frontera del Estado, y de allí a Barinas en bus que salían del otro lado del puente. Todo esto lo iba comunicando a mi esposa para tenerla informada y así sentirme más tranquilo.

3.- Tramo Guanare – Barinas.

A) Guanare – Puente Páez.

Igualmente, como en Acarigua, al llegar a Guanare los mismos personajes ocupamos el vehículo, que su destino era Boconoito, el pasaje era ese destino, sin embargo, el acuerdo con el chofer era dejarnos en puente Paéz. Ya a horas del mediodía y sin mayores problemas, llegamos al famoso puente que divide el Estado Portuguesa de Barinas.

B) Puente Páez – Barinas.

Para iniciar el cruce del puente la Policía Estadal me detiene, para revisar mi maleta, lo que me extraño, pero todo era cuestión de una foto, aunque mi vista estaba puesta en el autobús del otro lado del puente y la gente que iba a abordarlo ya me estaba ganando metros, el policía amablemente me pregunto si era evangélico, y mi respuesta fue que iba en nombre de Dios a ver a mi padre, no sé si este personaje respondió o que hizo, sólo cerré la maleta y le dije a mi hija vamos a alcanzar el carro, recorriendo el puente y explicando a mi hija por donde estábamos, como en todos los tramos siempre le decía por dónde vamos, aquí le manifieste que estábamos a metros de Barinas, lo cual la alegró enormemente. Llegamos al bus ocupando el último puesto el cual le dejé a mi hija, mientras me fui de pie, veía ya caras nuevas, el resto del grupo que iba a Colombia ya se había dividido, sólo una señora con su nieto que iban a Barinas y nosotros, el resto pasajeros nuevos. En tan solo 25 minutos quizás un poco más llegamos al terminal de Barinas, que ya se encontraba cerrado.

Ya nuestro plan del primer día estaba llegando a su fin, sólo era cuestión de ubicar a la gran persona que nos iba a dar posada y llegar a su casa, siendo las 3 de la tarde de ese 14 de agosto, averiguamos de cómo hacer para llegar a Mérida, los cuentos no eran nada alentadores, pero ya todo coincidía que debíamos tomar hasta Barinitas para luego pasar la alcabala hasta algún pueblo, que inicialmente teníamos planeado sea Mucuchies y luego llegar a Mérida, pero ya dejamos esto para mañana. Luego de horas de espera para tomar un taxi y gastando el último efectivo (4$) llegamos a nuestro destino, lo cual siempre estaré agradecido con tan buen hombre, que el algún momento de mi vida conocí por el esposo de mi hermana, y ahora nos dio cobijo cuando lo necesitábamos.

Además del excelente trato recibido por Pablo, este tiempo nos sirvió para llamar a la familia y contar detalles de este día, relajarnos y prepararnos para el día siguiente. A pesar de estar horas sin luz en esta casa, realizamos algunos contactos para conseguir efectivo, pero no tuvimos éxito, lo que entonces nos llevó a seguir improvisando en nombre de Dios.

4.- Tramo Barinas – Barinitas.

Aquí iniciamos un segundo empuje, relajados, comidos y atendidos como en un hotel salimos de la casa del amigo Pablo, sin medio en el bolsillo, ya que no logramos conseguir efectivo, gracias a nuestro amigo nos dio para el pasaje hasta el terminal de Barinas, de allí en adelante a conseguir la manera para comprar efectivo (que absurdo). Siendo la fuente de mi pensamiento mi padre, me encomiendo a Dios en las puertas del terminal de pasajeros de Barinas, y preguntando me dicen que dentro del terminal puedo conseguir efectivo, al tocar mi bolsillo y ver que para pasar necesito bolívares para el impuesto, me doy cuenta que sólo me alcanza para uno de los dos, pero la persona que estaba allí hace pasar a mi hija y luego pase yo. Dentro del terminal y motivado por mi heredera pago la compra de un efectivo donde me cobraron 80% del monto (si así mismo de exagerado). Con esto esperaba llegar al menos hasta Mucuchies, mi retoño me ve y me dice “Bueno papá recuerda que vamos a ver a mi abuelo”. Con esto sólo me di vuelta y estaba el autobús saliendo a Barinitas, nos montamos y comimos algo.

Dentro de este carro me ofrecieron llevarme a Mérida directo a cambio de 20$ cada pasaje, por supuesto que mi cara fue un poema, pero nuevamente mi ángel intervino y muy acertada me indicó “vámonos aquí que estoy cómoda”.

Conversando con el amable cobrador del autobús hasta Barinitas, me aconseja que me valla a la estación de la GNB (albala) de cochinilla que allí me puedan dar una cola ya que no hay carros para pasar a Mérida.

5.- Barinitas – Mucuchies.

A) Barinitas – Santo Domingo

Al bajarnos del autobús buscamos un baño, y pregunto en la entrada quién nos puede llevar hasta la alcabala, tratando de ser conocedor de la vía (aunque conocía estas carreteras igual era primera vez que iba haciendo esta travesía), para que no vieran la preocupación o inexperiencia, pero claro sin éxito, de inmediato una señora nos busca un taxi para que nos cobren lo menos posible, al ver la niña la portera del baño le dijo al chofer llévalos hasta cochinilla, y el conductor del carro me explico en el camino que debía hablar con los guardias para que me consiguieran la cola hasta pasar a algún pueblo o hasta Mérida.

El taxi nos deja en todo el frente del puesto de al GNB, e intento de manera casi inmediata comentarles mi situación a los agentes de la seguridad, a lo cual hicieron caso omiso, sólo me recomendaron que me alejara y colocara del lado donde pasaban los carros vía Mérida. Mi niña emocionada porque ya estábamos en las puertas de Mérida, me dice tranquilo vamos para allá, e inmediatamente hay cambio de guardia por lo que los nuevos agentes sólo nos miran, como algo normal, me doy cuenta que la gente comienza a aglomerarse en este sitio, ya pasada las 9:00 AM del 15 de agosto le comento a una persona que si los carros pasan seguidos, imaginando yo autobuses, a lo que me responde, amigo aquí se agarra lo que pase, claro me imaginaba colas tradicionales, en ese mismo momento un camión de para y monta una cantidad de personas que iban a un pueblo pasando ya al Estado Mérida, Santo Domingo, todo fue tan rápido que apenas me di cuenta por lo gritos que esta iba a ser una faena dura. Ya luego de tres horas (si 3 horas) y de algunos intentos fallidos de cola por tener la niña, la movilización debía ser rápida y no quería forzar a mi hija, pido a Dios de corazón haga lo que pueda para un traslado hasta Santo Domingo, y es cuando entonces casi el mediodía, se para un camión pequeño (400 Tol) que una mujer guardia detiene y le pregunta: ¿a dónde va y que va hacer con esa gasolina que lleva ahí de que o para qué es?, a lo que el chofer contesta “voy a Santo Domingo y la gasolina es del camión y si la tengo que dejar aquí primero se la echo al camión”, escucho esto porque me acerco al vehículo para pedir la cola, cuando entonces la mujer (GNB) le dije “llévate a este hombre y su hija y pasa tranquilo” y de manera violenta nos montamos en la parte de atrás, la guardia sabía nuestro destino porque horas antes le habíamos comentado.

Siiiii, logramos montarnos en esa cola, emocionados comenzamos a acomodarnos, y darle a lo lejos las gracias a la joven guardia (femenina), montados en el vehículo sin barandas, colocamos la maleta pegada dando la espalda a chofer y le coloco a mi hija la chaqueta y todo (guantes y gorro) para cubrirla (vamos al aire libre), mientras me quedo sólo en franela, al cabo de algunos minutos y agradeciendo a Dios, comienza la lluvia, esta agua bendita la cual recibimos por una de las vías más frías de Venezuela, en pleno páramo, nos permitió disfrutar de una experiencia sin precedente, le repetía a mi hija que disfrutara de esta vista y de lo bello que es la naturaleza, en esta conversación trataba de olvidar el exagerado frio y el peligro por cómo íbamos ajustados en la plataforma del camión, por donde pasábamos la gente en el camino nos veía y sus caras eran de asombro, no era algo normal era algo SOBRENATURAL, y así en una hora más o menos llegamos a Santo Domingo.

Sólo vimos al chofer al montarnos, y en una parada que hizo para cargar gasolina (donde le ayude), sin cruzar palabras en ambas situaciones solo le agradecimos a él y su acompañante este gran favor, creo que no se imaginaban el bien que habían realizado, pero igual agradecí a Dios este momento y a ellos.

B) Santo Domigo – ?

Al llegar a este hermoso pueblo, ya aproximada la 1:30 de la tarde, sin almorzar, mi hija pide un baño, mientras me preocupaba por buscar donde y como salir de este pueblo a el próximo o a Mérida de ser posible, la niña me dice con toda confianza, “ya vengo papá voy al baño”, por supuesto le digo ¿Cómo? y me “dice tranquilo voy al frente”, así hizo de manera serena y logró su objetivo. Sorprendido de su madurez le regalo una chupeta, y comenzamos a preguntar a la policía y gente del pueblo, ¿por donde pasan los carros a Mérida?, la respuesta de todos “aquí mismo”.

Luego de casi dos horas, encomendado a Dios y a su voluntad y esta vez afianzado en que había tenido respuestas durante el camino, comienzo a realizar llamadas a la familia para evaluar estrategias, y todos coincidían en orar, (mi hermana en esto se destaca) y si era de quedarnos en ese pueblo ya estábamos contactando personas entre amigos y familiares, hablando por teléfono con mi esposa en ese momento le digo “ya va espérate”, aparece doblando la esquina anterior para la recta donde estaba con mi hija un BUS, y lo que vi era el nombre que lo describía “POR TODO LO ALTO”, se para en mis pies, y entre creer o no, pregunto “¿va a Mérida?”, la respuesta la recibí cuando estaba montado, o la entendí luego de unos segundo que mi hija lo repitió, sólo la veía emocionada y decía “ahora si papá, ya vamos a llegar a Mérida a ver a mi abuelo”, y sólo el chofer en el autobús, donde cálculo que era de 30 puestos, me acerco a él y le repito ¿a donde va? Y él me contesta con la misma pregunta, le digo “yo voy a Mérida”, y me aseguró, “TRANQUILO PARA ALLÁ LO LLEVO”. Rápidamente se me viene a la mente el dinero del pasaje, al preguntar también esto me indica que cuando tenga señal me decía los datos para hacer pago móvil, todo como un sueño planificado, minutos después mi esposa realiza el pago y listo, directo a Mérida, cuatro o cinco pasajeros en el camino que ninguno llegó a Mérida, y de resto a disfrutar del viaje, y a seguir viendo a mi retoño y lo increíble de todo lo que estaba viviendo en estos dos días, y nada aquí vamos en nombre de Dios.

MÉRIDA, dijo mi hija y en efecto ya estábamos llegando pasadas las 6 de la tarde, llama al cuñado y en un momento nos encontramos en las afueras del terminal de Mérida, y en un 750 (camión grande) de un gran amigo de la iglesia nos llevaron a la casa donde estaba mi padre.

A los segundos y sin saber cómo, ya estaba sentado con mi padre en la cama escuchando su bendición y contando todo el viaje.

Hasta aquí este relato que describe el inicio de algo en mi vida. Ya entonces podemos entender el título a qué y porqué se adjudica, y exactamente lo vivido por mi hermosa hija y este servidor. POR TODO LO ALTO llegue a Mérida a ver y vivir una experiencia inolvidable, tan majestuosa o mas como la vivida en esta historia. Las interrogantes iniciales cada uno de nosotros las puede responder de acuerdo a sus experiencias, definitivamente cada vida es algo maravilloso que Dios padre diseño para cada quien, y sólo de nosotros depende como vivirla, eso si, el camino que nos muestra Dios es único y el verdadero. #AprendiendoAndo.

Saludos,

Eber Morin

Comentarios

  1. Tal cual! Una historia en parte compartida, en parte diferente... Gracias por escribir

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